Gustave Doré |
"La literatura infantil, desde sus inicios, ha padecido los controles de los adultos: bien desde la pedagogía, los valores, asuntos sociales e incluso morales. Aunque nos parezca que hoy vivimos en el siglo de las libertades, los libros para niños siguen estando controlados. En este artículo, una conferencia que di en AEDA hablo de eso que Marina Colasanti definió muy bien: cómo la literatura se "lava" y limpia de todo lo que pueda tener significados confusos o ambiguos, y de cómo esto nos lleva a una pérdida de lo simbólico".
Ana Garralón, autora del blog "Anatarambana, Literatura infantil"
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