domingo, 21 de marzo de 2021

"Regalamos poemas!" en la Biblioteca de Mendavia

 

Ayer se celebró se celebró el Día Mundial de la Poesía y en la biblioteca de Mendavia lo celebran regalando poemas.............. ¡Pásate el lunes 22 por la biblio y te llevarás un "regalo poético"!

Y en las redes sociales de la biblioteca puedes ver las "Lecturas compartidas", con las que recuerdan cómo fue, hace un año, este mismo día desde casa.

¡¡¡Esperamos que las disfrutéis!!!

LITTERAE. "Poetas que duermen dándose la espalda"

 

"Poetas que duermen dándose la espalda.

Encuentros y desencuentros en la poesía escrita en español"

Lunes, 22 de Marzo a las 19:00 h.

Objetivo: Reflexionar sobre las relaciones, llenas de olvidos y silencios, entre la poesía que se escribe en los países hispanohablantes.

Toda la información: aquí


"Scape room" poético por las calles de Pamplona

 

La editorial Graviola celebra el Día de la Poesía con una 'escape room' este domingo en Pamplona

Los equipos participantes tienen que componer un soneto con los versos ocultos en lugares emblemáticos de la ciudad

Para saber todo: https://www.noticiasdenavarra.com/cultura/2021/03/15/

Celebrando el "Día mundial de la Poesía" en Tudela

 


"Cantando a las poetas de 27" Concierto de Sheila Blanco

Domingo 21 de marzo, a las 12:00h en Civivox Condestable

"CANTANDO A LAS POETAS DEL 27"

Concierto de SHEILA BLANCO

Selección de poemas de autoras de la Generación del 27 como Carmen Conde, Ernestina de Champurcín, Concha Méndez, Josefina Romo Arregui, Pilar de Valderrama, Elisabeth deMulder, Dolores Catarinéu o Margarita Ferreras, cantados y acompañados al piano, con explicaciones de la propia artista.

Música original de Sheila Blanco.

Gratis. Con inscripción previa en www.pamplonaescultura.es, en el teléfono 010 o de forma presencial en los centros Civivox. Para todos los públicos.

¡Feliz Día Mundial de la Poesía!

 


NO OS CONFUNDÁIS

Y cuando ya no quede nada
tendré siempre el recuerdo
de lo que no se cumplió nunca.
Cuando me miren con áspera piedad
yo siempre tendré
lo que la vida no pudo ofrecerme.
Creedme:
todo lo que pensáis que fue destrozo y pérdida
no ha sido más que conjetura.
Y cuando ya no quede nada
siempre tendré lo que me fue negado.
No os confundáis: con lo que nunca tuve
puedo llenar el mundo palmo a palmo.
Tanto miedo tenéis que no habéis advertido
la riqueza que se oculta en la pérdida.
Desdichados,
poca ganancia es la vuestra
si nunca habéis perdido nada.
Yo sí he perdido:
yo tengo, como el náufrago,
toda la tierra esperándome.


Francisca Aguirre fue una poeta nacida en Alicante en 1930. Creció en el seno de una familia de artistas y se formó de manera autodidacta. Al finalizar la Guerra Civil, su padre, el pintor Lorenzo Aguirre, fue condenado a muerte y ejecutado a garrote vil en 1942. Comenzó a trabajar con quince años de telefonista y frecuentó las tertulias del Ateneo de Madrid y el Café Gijón, donde estableció relación con autores como Miguel Delibes o Antonio Buero Vallejo. En aquel ambiente conoció a Félix Grande, con quien se casó en 1963. Ambos eran amigos íntimos de Antonio Gala. Fue una militante política activa y perteneció, por su fecha de nacimiento, a la generación del 50, aunque la tardía publicación de su primer poemario supuso que su nombre se viera excluido de las antologías y que sólo desde hace unos pocos años se haya hecho justicia reconociéndola como una autora de primera línea. 
Algunas de sus obras más destacadas son Ítaca (Premio de Poesía Leopoldo Panero, 1972), que fue un hito de la poesía escrita por mujeres en la segunda mitad del siglo XX, Trescientos escalones (Premio Ciudad de Irún, 1976), La otra música (1978), La herida absurda (2006), Nanas para dormir desperdicios (Premio Alfons el Magnànim, Hiperión, 2008) o Historia de una anatomía (Premio Internacional Miguel Hernández-Comunidad Valenciana, Hiperión, 2010), por el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía en 2011. En prosa publicó el libro de relatos Que planche Rosa Luxemburgo (1995) y las memorias Espejito, espejito (1995). En 2018, la editorial Calambur publicó su obra completa bajo el título Ensayo general. Poesía Reunida 1966 – 2017, y en noviembre de ese mismo año recibió el Premio Nacional de las Letras. La propia autora afirmó que esperaba que ese reconocimiento sirviera para reivindicar la herencia de todas esas voces femeninas que fueron quedando de lado por doble motivo: por ser mujeres y por estar exiliadas. Murió en Madrid el 13 de abril de 2019.