La poetisa americana Louise Glück ha sido galardonada con el Premio Nobel de Literatura. Un premio sorpresa "por su incomparable voz poética que, con austera belleza, hace universal la existencia individual".
Nacida en 1943 en Nueva York en el seno de una familia judía húngara, Louise Glück vive en Cambridge, Massachusetts, y es profesora de inglés en la Universidad de Yale (Connecticut). En 1968 entró en la literatura con Firstborn. Fue identificada como una de las poetas más prominentes de la literatura americana contemporánea.
Ha publicado doce colecciones de poesía, así como ensayos, siempre sobre poesía. Su trabajo se caracteriza por la preocupación por la claridad y por temas recurrentes como la infancia y la vida familiar. "Aunque Glück nunca negaría la importancia del fondo autobiográfico, no debería ser considerada como una poetisa confesional", comentó la Academia Nobel en su presentación de la autora. Es por su "búsqueda de lo universal" y "la inspiración de los mitos y motivos clásicos" que el jurado está premiando su trabajo hoy. En sus colecciones, a veces nos encontramos con Dido, Perséfone y Eurídice... Figuras que representan a los abandonados, a los castigados, a los traicionados, tantas voces que pueden conmover a todos los públicos.
"Me atraen las elipses, lo no dicho, las sugerencias, los silencios elocuentes y deliberados. Lo que no se dice, para mí, está dotado de un gran poder. A menudo desearía que un poema entero pudiera ser escrito en este vocabulario. Es lo mismo con "no visto". Pienso, por ejemplo, en el extraordinario poder de las ruinas, de las obras de arte dañadas o inacabadas. Louise Glück en un artículo de 1993 titulado "Interrupción, vacilación, silencio""
Influenciada por poetas como Rainer Maria Rilke y T.S. Elliott, la poetisa americana practica la escritura elíptica y alaba lo que queda incompleto. En lugar de la extravagancia barroca de la poesía, Louise Glück prefiere una escritura de la indigencia, de la pobreza de los efectos, que de esta manera la inscribe en el linaje de Emily Dickinson.
Antes de ser honrada con el Premio Nobel, recibió el prestigioso Premio Pulitzer en 1993 por su colección El iris salvaje y el Premio Nacional del Libro en 2014. Solitaria, porque su obra está fuera de las corrientes de la poesía contemporánea, y ha sido definida más a menudo por lo que no era, poesía intelectual o marcada por la confesión autobiográfica.
“We look at the world once, in childhood. The rest is memory.” ("Miramos al mundo una vez, en la infancia. El resto es recuerdo").
― Louise Gluck
La mayoría de sus libros han sido traducidos al español y publicados en la editorial Pre-Textos, que ella misma eligió después de quedar encandilada por una edición de un libro de Mark Strand en 2004.
En 1993 Louise Glück ganó el premio Pulitzer de poesía con «El Iris Salvaje». Ahí publicó el siguiente poema, titulado «El jardín», que recrea una escena terriblemente triste, sobre todo vista desde la distancia, desde la edad adulta en la que se comprenden ciertas grietas de la vida.
«El jardín»
No puedo hacerlo nuevamente,
difícilmente soportaría verlo;
//.
bajo la tenue lluvia del jardín
la joven pareja siembra
un surco de guisantes, como si
nadie lo hubiese hecho nunca:
los grandes problemas todavía
no han sido enfrentados ni resueltos.
//.
Ellos no pueden verse
en el polvo fresco aún, empezar
sin ninguna perspectiva,
con las colinas al fondo, verdes y pálidas, nubladas de flores.
//.
Ella desea detenerse;
él desea llegar hasta el fin,
permanecer en las cosas.
//.
Mírala a ella tocar su mejilla,
pedirle una tregua, los dedos
ateridos por la lluvia primaveral;
en el pasto tierno estrellan rojos azafranes.
//.
Aun aquí, aun en los comienzos del amor,
su mano al abandonar la cara
da una impresión de despedida,
//.
y ellos se creen
capaces de ignorar
esta tristeza.
En «Ararat» nos encontramos el poema «Amante de las flores». Flores, en fin, que son belleza y muerte, pero sobre todo fragilidad. Intemperie otra vez.
«Amante de las flores»
En nuestra familia, todos aman las flores.
Por eso las tumbas nos parecen tan extrañas:
sin flores, sólo herméticas fincas de hierba
con placas de granito en el centro:
las inscripciones suaves, la leve hondura de las letras
llena de mugre algunas veces…
Para limpiarlas, hay que usar el pañuelo.
//.
Pero en mi hermana, la cosa es distinta:
una obsesión. Los domingos se sienta en el porche de mi madre
a leer catálogos. Cada otoño, siembra bulbos junto a los escalones de ladrillo.
Cada primavera, espera las flores.
Nadie discute por los gastos. Se sobreentiende
que es mi madre quien paga; después de todo,
es su jardín y cada flor
es para mi padre. Ambas ven
la casa como su auténtica tumba.
//.
No todo prospera en Long Island.
El verano es, a veces, muy caluroso,
y a veces, un aguacero echa por tierra las flores.
Así murieron las amapolas, en un día tan sólo,
eran tan frágiles…
Artículo sacado y traducido de https://www.franceculture.fr/litterature/le-nobel-de-litterature-pour-louise-gluck-et-sa-belle-poesie-simple?
Y ocho poemas más de Louise Glück en este enlace a la Revista Lucerna
Lo que dice de Glück Cultura Inquieta
Hablan sus traductores al castellano, en este enlace a www.elcastellano.org
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