domingo, 21 de febrero de 2021

"Matar a a un ruiseñor", de Harper Lee

“Matar a un ruiseñor es pecado, ¿lo sabía? Los ruiseñores sólo se dedican a cantar para alegrarnos. No estropean los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen más que derramar su corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar a un ruiseñor”, explica un personaje.

Quinto aniversario del fallecimiento de Harper Lee (Monroeville, 28 de abril de 1926- Monroeville, 19 de Febrero de 2016), la autora de 'Matar a un Ruiseñor'

"Si no ha leído Matar a un ruiseñor, seguramente sí que habrá visto el largometraje homónimo dirigido en 1962 por Robert Mulligan, con Gregory Peck (ganó el óscar al mejor actor) en el papel de Atticus. Una cinta que hace justicia a la novela; de hecho su guión cinematográfico también resultó oscarizado.

Harper Lee nos explicó la disfuncionalidad de una sociedad -la de los años treinta y cuarenta en Estados Unidos- trufada de violencia racista, de mutua desconfianza visceral y de irracionalidad extrema. El padre de la protagonista, el abogado Aticcus Finch (un trasunto del de la autora, también jurista) se enfrenta al rechazo y a la incomprensión de las gentes de su pueblo por asumir la defensa de un hombre negro acusado falsamente de violar a una mujer blanca. Atticus es un héroe que movido por su sentido del deber, elige defenderlo, aun a sabiendas de que no podrá ganar. Atticus es, además, una suerte de Sócrates que mantiene con sus hijos Scout y Jem diálogos éticamente tan provechosos que durante décadas hicieron de Matar a un ruiseñor material de lectura en las escuelas secundarias, hasta que la miopía de la corrección política, llevada a sus más altas cumbres de la estulticia tiquismiquis, decidió que era inadecuado el modo en que algunos personajes hablaban de los negros (lenguaje, por cierto, revelador de la disfuncionalidad de la sociedad racista de entonces), y que la novela era un ejercicio de condescendencia porque presentaba al blanco como salvador del negro".   María Viedma 

Para leer el artículo completo de María Viedma (más que recomendable), pinchar en el siguiente enlace:         https://www.diariocritico.com/arte-y-cultura



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